Un fatídico 4 de febrero de 1797 a las seis de la mañana hora de misa,
Riobamba es sacudida por uno de los peores terremotos, se desplomó parte de
Cerro Cullcaa y sepultó a los barrios bajos, de la ciudad. Ocasionando la
muerte de 6308 personas y más desaparecidos. En esta ocasión la Archibasílica
de Nuestra Señora de las Nieves también es destruida y quedó en escombros,
milagrosamente el retablo donde se guardaba la imagen y la cofradía quedaron
intactas y las catatumbas también, cuyas estructuras se pueden observar
claramente hoy en Sicalpa Viejo. Después del terremoto los sobrevivientes de la
Antigua Riobamba resolvieron el traslado y reasentamiento de la Villa a las
llanuras Sigsigpamba, donde hoy se levanta majestuosa la Ciudad Sultana de los
Andes.
La iglesia matriz del antiguo Riobamba poseía en uno de sus muros que
daba a la plaza pública y central estatuas de santos, muchas de las cuales eran
paganos que adoraba el pueblo indígena antes y durante la conquista. Entre
estas estatuas se contrastaba el Agualongo que tenía una longitud de dos metros
y que fue donado por don Baltazar Carriedo, un hombre avaro empedernido. El
Agualongo representaba a un niño indígena tejedor en los obrajes. El viernes 3
de Febrero se estaba llevando a cabo como todos los días la acostumbrada feria
en la Plaza Pública, sin embargo no era un día común, a las once de la mañana
un sonido fuerte y prolongado alarmó a la población, hubo una réplica del
sonido aún más estremecedora a las doce del día, aquel sonido parecía provenir
del nudo del Igualata, cuando el estremecedor ruido se escuchó por tercera vez
a las dos de la tarde, medio pueblo ya había salido a la plaza pública a
especular acerca del ruido macabro, a las cuatro de la tarde la gente estaba
pasmada de miedo cuando se volvió a escuchar aquel sonido soterrado,
angustioso, prolongado y tétrico; en ese momento todos habían dirigido una
mirada de angustia y suspenso hacia el Agualongo que, sobre su propio pedestal,
giró lento, pausado y rítmico, luego de
unos escasos segundos regresó a su posición habitual, la población se quedó
muda ante aquel hecho sobrenatural. Pocos pudieron darse cuenta que aquellos
sucesos sobrenaturales eran los anuncios de la terrible catástrofe que ocurrió
el siguiente día, el sábado 4 de Febrero un terremoto devastó la ciudad de
Riobamba, el cataclismo sepultó para siempre al Aguaruna.
hola .v xd
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